San Cristóbal está de luto tras la reciente pérdida de Katherine Ramírez Báez, una joven valiente que luchaba contra un linfoma de Hodgkin. Katherine falleció en su hogar después de una desesperada batalla por acceder al tratamiento esencial que necesitaba para su supervivencia. La noticia ha conmovido profundamente a la comunidad local y ha suscitado un llamado urgente a la reflexión sobre las fallas en el sistema de salud.
Katherine había sido diagnosticada con linfoma de Hodgkin, un cáncer que requería con urgencia el medicamento Pembrolizumab (Keytruda), un inmunoterapéutico de alto costo. El precio de RD$ 1,500,000 por ciclo resultó ser un obstáculo insuperable para su familia, que, a pesar de sus esfuerzos por recaudar fondos y el apoyo de la comunidad, no pudo costear el tratamiento necesario.
A pesar de las súplicas y solicitudes de ayuda a diversas organizaciones de salud, la joven fue enviada a casa sin el medicamento vital. Desde entonces, su familia se vio obligada a gastar alrededor de RD$ 6,000 diarios en tanques de oxígeno para mantenerla con vida. Sin embargo, la situación de Katherine se deterioró rápidamente, y su vida no pudo ser salvada.
"Tratamos de hacer todo lo posible, pero sentimos que nos dejaron desamparados", expresó un familiar visiblemente afectado por la pérdida. Esta tragedia destaca la necesidad urgente de una respuesta más eficiente y humana por parte de las autoridades de salud y organizaciones involucradas, que, en este caso, llegaron demasiado tarde para marcar la diferencia.
La comunidad de San Cristóbal llora la pérdida de Katherine, una joven cuya vida pudo haber sido salvada con una atención adecuada y oportuna. Este trágico evento pone en evidencia las carencias del sistema de salud y la necesidad de un mayor compromiso para asegurar que todos los pacientes tengan acceso a los tratamientos que necesitan para sobrevivir.
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